Nicaragua: Soberanización de la educación superior

La educación superior en Nicaragua vive un periodo de consolidación y fortalecimiento como subsistema, frente al rezago de los procesos neocoloniales y neoliberales que la mantuvieron al servicio de la élite nacional y de sus patrocinadores extranjeros, dejando al margen a los sectores más empobrecidos del pueblo nicaragüense. En este mismo sentido, Nicaragua en los años 80 –después de 40 años de dictadura somocista- y luego –con16 años de gobiernos neoliberales- antes del año 2007, hereda un sistema educativo de nivel superior, ligado entre otras cosas, a la idea de la privatización, el individualismo, el egoísmo y la exclusión social (privilegio de unos cuantos), condicionado además por la banca transnacional a través de sus medidas de ajuste estructural.

Dicho lo anterior, no se debería hablar de nacionalización o estatización de la educación superior en Nicaragua y menos de expropiación o confiscación -especialmente viniendo de aquellos personajes, doble racero, que buscaron socavar la institucionalidad del país y la destrucción de la educación pública y su infraestructura-. La Real Academia Española, define el término nacionalizar como “hacer que pasen a manos nacionales de un país [El Estado] propiedades o servicios de titularidad extranjera”. Sin embargo, la educación en general y la educación superior en particular, no son un bien privado o extranjero que se deban nacionalizar, puesto que siempre han pertenecido -o debieron pertenecer- a la nación, es por ello, que se habla de soberanización, en el sentido de “imputar al Estado los bienes y atribuciones que por naturaleza le competen”, como es la educación de su pueblo.

Este proceso de soberanización de la educación superior en Nicaragua, implica entonces, la descolonización de la memoria colectiva, la recuperación del espacio simbólico y el fortalecimiento de la educación emancipadora. En el sentido de Freire, la educación no puede ser bancaria, no se puede limitar a la acumulación de saberes factuales, mecánicos, con recetas importadas; sobretodo, debe desarrollar el pensamiento crítico autóctono, desde la visión de la propia realidad contextual y no de la realidad impuesta e importada. En paralelo, se requiere la creación, adquisición o recuperación de las condiciones materiales necesarias para su desarrollo, ya que es uno de los factores más importantes para garantizar el acceso a la educación terciaria pública, gratuita y de calidad, que erradique las prácticas capitalistas y discriminatorias promovidas por la clase elitista nacional o global.

La revista Torreón Universitario como elemento de difusión de los nuevos conocimientos que se están gestando en la educación superior en Nicaragua y el sur global, hace su aporte constante en la construcción de novedosos planteamientos de cara a este naciente mundo multipolar y, este número no es la excepción; presenta artículos y ensayos que, por su calidad y originalidad, contribuyen a este proceso de soberanización de la educación superior, que lidera nuestro buen Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional y el Consejo Nacional de Universidades.