REvista ciencia e interculturalidad ISSN 1997-9231 (Print). ISSN 2223-6260 (Online).

Año 11, Vol. 23, No. 2, Jul.-Dic. 2018. Edición Especial dedicada a la Comunicación Intercultural. DOI: https://doi.org/10.5377/rci.v23i2.6573

Tejiendo el camino recorrido del colectivo de comunicación popular El Andarín:
“Iniciando el Camino hacia una Sistematización”

Weaving the walked route of El Andarín, the collective popular communication:
“initiating the way towards a systematization”

Mónica Zambrano Campo1

Resumen

A lo largo de las páginas de este texto, los integrantes del “Kolectivo El Andarín” relatan la experiencia de cinco años recorriendo, construyendo y reconstruyendo los caminos de la comunicación y la educación popular. Sus vivencias no solo han sido narradas con la intención de hacer una mirada crítica a su andar, sino que además en ellas se reflejan las historias, luchas y reivindicaciones de las comunidades, especialmente la indígena, con las que han trabajado. Su historia, que se entrelaza con otras, es la fuente de aprendizajes, reflexiones y análisis que se plasman en este documento. Si bien, este trabajo es una aproximación a una sistematización de la experiencia, hay en él, avances significativos que permitieron, no solo darle sentido a la experiencia como Kolectivo sino también a las vidas de quienes lo integran. Un encuentro para analizar su práctica a la luz de la teoría, para construir sus propias definiciones y resignificar conceptos, pero, sobre todo, para tener las herramientas necesarias para continuar por los senderos de la comunicación y la educación popular. Senderos que indiscutiblemente para el Kolectivo El Andarín están ligados a la lucha por un mundo digno y justo para todos y todas.

Palabras claves: Reconstrucción de experiencias, comunicación popular, educación popular, espiritualidad, colectivo, autogestión, política, comunidades indígenas, organización comunitaria.

Abstract

Throughout the pages of this text, the members of “El Andarín Kolectivo” relate the experience of five years of touring, constructing and reconstructing the paths of communication and popular education. Their experiences have not only been narrated with the intention of making a critical look at their walk, but also reflect on the histories, struggles and demands of the communities, especially the indigenous, with which they have worked. Its history, which is tangled with others, is the source of learning, reflections and analysis that are reflected in this document. Although, this work is an approach to a systematization of the experience, there are significant advances that allowed not only to make sense of the experience as Kolectivo but also to the lives of those who integrate it. An encounter to analyze their practice in light of the theory, to build their own definitions and resignify concepts, but, above all, to have the necessary tools to continue on the paths of communication and popular education. Trails that undoubtedly for the El Andarín Kolectivo are linked to the struggle for a dignified and just world for all.

Keywords: Experiences reconstruction, popular communication, popular education, spirituality, collective, self – management, politics, indigenous communities, community organization.

I. Introducción
Somos andando2

Ante sus ojos tienen el trabajo de reconstrucción de la experiencia del Kolectivo de Komunikación Popular el Andarín3, hecho a varias manos y voces. Un trabajo que intenta aproximarse a un proceso más complejo de análisis e interpretación de lo acontecido durante 5 años de historia del Kolectivo, del cual hago parte. En ese sentido, les propuse a mis compañeros como posibilidad para graduarme en la Maestría internacional en Comunicación intercultural con enfoque de género trabajar en la reconstrucción de nuestra experiencia, pensando además en aportar al proceso del Kolectivo con un trabajo de reflexión crítica sobre lo vivido para seguir andando.

Esta reconstrucción es sólo el inicio, los primeros pasos en el camino con el cual pretendemos dejar las huellas necesarias para continuar elaborando la sistematización de nuestra experiencia como Kolectivo. Por eso decidimos después de caminar durante cinco años (2008-2013), recuperar críticamente la experiencia de El Andarín, como parte de un ejercicio de reconstrucción que nos abra puertas a nuevos aprendizajes y retos individuales y colectivos. Por tanto, es nuestro deseo que, al leer nuestra experiencia nos aporte como autores de la misma, así como a las personas que comparten ideales encaminados a movilizar esperanzas hacia un mundo socialmente justo y equitativo.

Este gran relato permitió mirar hacia atrás el camino andado no sólo para reflexionar sobre los fracasos y las dificultades vividas sino también para recrearlo desde el presente y proyectarlo para el mañana, valorar los logros y aprendizajes que nos ha dejado la experiencia de andar juntos el complejo camino de hacer comunicación popular y de alguna manera educación Popular.

Una comunicadora social, una estudiante de educación popular, un ingeniero ambiental, un licenciado en educación popular, un estudiante en proceso de grado de licenciatura en filosofía y una ecóloga a punto de graduarse de la maestría internacional en comunicación intercultural con enfoque de género, nos juntamos en el 2008, motivados por el trabajo comunitario y las ganas de pintar de colores nuestras realidades, para darle vida a la posibilidad de andar en Kolectivo. Mediados por intereses y expectativas comunes, encaminadas a contribuir con la transformación social desde nuestros modos distintos de ser, pensar, sentir, decir y hacer, decidimos subirnos al colectivo de la comunicación popular que entre todos acordamos llamar: El Andarín.

Partimos de reconocer que la comunicación y la educación son fundamentales en el proceso de la vida y desarrollo de la humanidad y que están presentes en la cotidianidad de la gente. Al mismo tiempo que hacemos una lectura crítica de la realidad colombiana, en la cual es posible leer situaciones de desigualdad, injusticia y discriminación de sectores sociales que han sido históricamente empobrecidos, excluidos y marginalizados de las decisiones políticas que afectan el rumbo del país y las regiones, tal y como ha sucedido con las comunidades afrodescendientes, campesinas e indígenas de Colombia.

Por lo anterior, quisimos apostarle a la comunicación popular y a la educación popular como principios éticos, políticos y pedagógicos necesarios para orientar nuestro trabajo hacia el cambio en la subjetividad de las personas y las comunidades, teniendo en cuenta que responden a las necesidades e intereses de denuncia, defensa de los derechos humanos, empoderamiento, organización y movilización social, cualificación de conocimientos y saberes prácticos para la vida en comunidad. Todo ello, enmarcado en el horizonte de la transformación de la sociedad y de sus estructuras económicas, culturales y políticas. Por tanto, caminamos hacia allá, comprendiendo que la misma experiencia es un proceso lento y sujeto a tensiones y conflictos, pero creyendo, al igual que Freire, en el inédito viable, según el cual otro mundo es posible, y es necesario parirlo colectivamente.

Periódico El Andarín: 2006-2008

Al Kolectivo de Komunikación Popular El Andarín lo antecede un periódico impreso que fue bautizado con el nombre: EL ANDARÍN, haciendo alusión a un hombre o una mujer que lleva un mensaje. Luego, al conocer las comunidades indígenas Yanakunas, al sur del Cauca, nos dimos cuenta que en la cultura quechua existieron los Chasquis o Chaskis, hombres que llevaban mensajes de unas comunidades a otras, como mensajeros.

Transcurría octubre del año 2006, algunos(as) de los integrantes que también hacen parte hoy del Kolectivo veníamos diseñando esta propuesta desde la comunicación popular urbana para acompañar los procesos de la ciudad, el barrio y la comunidad. Esta propuesta se construía colectivamente permitiendo apoyar procesos organizativos, difundir sus luchas, romper el cerco y el secuestro de la información y potenciar la voz de las comunidades, una experiencia educativa y comunicativa, un acercamiento de diversas voces que confluían y se encontraban allí en las páginas del periódico desde la palabra aguda, critica, de protesta, pero también desde la poesía y la esperanza.

Con varios ejemplares del Periódico El Andarín llegamos al Segundo Encuentro de Jóvenes Indígenas convocado por el CRIC -Consejo Regional Indígena del Cauca-; en el Resguardo de Pueblo Nuevo, a mediados del año 2008. Queríamos darlo a conocer y también plasmar desde allí la voz indígena, pero nos dimos cuenta que en estos espacios y en la comunidad la palabra escrita no tenía gran acogida, fue entonces cuando pensamos que debíamos llegar con otras estrategias comunicativas, un trabajo que requería más dedicación y compromiso.

Los actores de este colectivo, al reconocer que los contextos local, regional, nacional e internacional están cargados de desigualdades e injusticias sociales, a la vez que, de resistencias y luchas populares, emprendimos un largo y complejo camino, movilizados por la idea de aportar en el trabajo y experiencia, que como Kolectivo El Andarín viene sustentado especialmente desde la comunicación popular y la educación popular.

II. Revisión de literatura

¿Por Qué Reconstruir Nuestra Experiencia?

A partir del año 2013 decidimos, colectivamente, hacer un alto en el camino para dedicarnos a fortalecer nuestra parte interna revisando nuestra práctica en un proceso de reconstrucción que abrirá el camino a la sistematización de nuestra experiencia. Consideramos necesario mirarnos para adentro, comprender el sentido de nuestra práctica. En otras palabras, se trata de re -crear el trabajo que hemos realizado en estos cinco años de camino, cuáles han sido los aprendizajes, como lo hemos realizado, qué situaciones se presentaron en nuestra dinámica interna y cómo vamos a continuar.

Sabemos que es corto el tiempo que llevamos caminando como Kolectivo de Komunikación Popular El Andarín. Sin embargo, la experiencia ha sido intensa, llena de asombros y sobretodo, enriquecedora. Hemos considerado hacer un alto en el camino para mirar lo andado, para hacer una interpretación crítica de lo que ha acontecido en el conjunto de la experiencia, problematizándonos para tomar nuevos aires que nos permitan seguir andando como Kolectivo, desde la comprensión de nuevos sentidos y aprendizajes, generando propuestas transformadoras que nos aporten a seguir creciendo.

Tal como lo propone Oscar Jara (2000:17): “Cada experiencia de educación, promoción y organización popular es única e irrepetible; pero eso no significa que se puedan entender y mantener aisladas, cada una dentro de su “propia verdad”. Cualquier práctica social transformadora tiene intenciones, apuestas, desarrollos y resultados que definitivamente sirven de inspiración, iluminación o advertencia a otras prácticas similares.”

Es así, como después de trasegar a pasos agigantados tratando de devorar el mundo con el ímpetu y el asombro de quien busca algo que considera realmente valioso, nos sentamos a la sombra del camino y desandamos cinco años, para mirar nuestro bagaje, para saber si lo que hemos traído a cuestas nos ha servido en nuestro caminar y qué debemos dejar o qué debemos agregar para poder continuar.

En ese sentido, el objetivo principal de este trabajo es reconstruir nuestra experiencia para acercarnos a la comprensión del sentido de nuestra práctica, que nos lleve a un trabajo más complejo y riguroso de sistematización de nuestra experiencia. Asimismo, buscamos visibilizar y socializar nuestro proceso como Kolectivo El Andarín con experiencias afines que nos permita compartir e intercambiar saberes, retroalimentar nuestra experiencia, al igual que generar nuevos conocimientos y articularnos con otros procesos en el ámbito de la comunicación popular y alternativa.

Preparando el Camino para Reconstruir Nuestra Experiencia

Los caminos recorridos por el Kolectivo nos han llevado a juntarnos con personas y grupos con quienes nos sentimos identificados en ideas y prácticas, pero también nos ha llevado a reflexiones internas donde es preciso replantearnos modos de hacer y pensar frente a lo que vamos encontrando en el camino. Es como un recorrido en espiral que viene y va, pero sin perder de vista su punto de partida.

Entre los diversos caminos emprendidos por El Andarín están: el acompañamiento, en momentos específicos, a comunidades indígenas en el Cauca, procesos comunitarios organizados y grupos culturales con talleres de formación en comunicación popular, a través de medios como la producción audiovisual (documental, película, programas de televisión, canciones, series y programas radiofónicos…), (telón sobre Plan Colombia), también con el uso y aplicación de técnicas participativas juegos pedagógicos que propicien y motiven la participación y el diálogo. Permitiendo el análisis y la reflexión de sus realidades.

Consideramos dos tipos de momentos más importantes y significativos en la experiencia como Kolectivo de Komunikación Popular El Andarín: 1. Aquellos en los que hemos logrado incidir con nuestro trabajo pedagógico y comunicativo en los contextos local y regional; específicamente en Cali y en el norte del Cauca; y 2 los momentos que generaron aprendizajes y enseñanzas en nuestra dinámica como Kolectivo. A continuación identificamos los momentos o etapas importantes en nuestro caminar:

• Iniciativa y proceso colectivo del Círculo de la Palabra. (2008 - 2009)

Acompañamiento y participación en la Minga de Resistencia Social y Comunitaria. (2008 – 2009).

• Iniciativa y proceso colectivo de la Tamboreada por la Sanación y el Florecimiento de la Madre Tierra. (2009 – 2012).

• Acompañamiento y participación en el Congreso de los Pueblos. (2010 -2013).

• Participación en Diplomado de la Escuela de Comunicación de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca -ACIN-. (2010 – 2011).

• Acompañamiento y Proceso de Comunicación en el Cabildo Indígena de Cerro Tijeras, Suárez – Cauca. (2011 – 2012).

• La chichería.

III. Materiales y métodos

Partiendo de esta periodización del trabajo llevado a cabo hasta el momento, organizamos nuestra propuesta de reconstrucción y revisamos la fundamentación conceptual sobre la sistematización para comprender el camino a seguir.

Siendo una modalidad de investigación la sistematización de experiencias en la educación popular, he propuesto como investigación la sistematización de experiencias que tiene una amplia trayectoria en la educación popular y me parece acorde en el tejer la experiencia del colectivo en este tipo de investigación.

Esta es una de las razones que nos permitió asumir para este proceso de reconstrucción el enfoque de sistematización propuesto por el kolectivo de komunicacion popular el andarin planteando lo siguiente:

Enfoque de sistematización

“El enfoque de Sistematización4 que ha venido construyendo el Grupo de Investigación en Educación Popular en la Univalle, ha sido definido como cualitativo, participativo y hermenéutico ubicado en los estudios interpretativos que considera que el conocimiento de la realidad social se construye a partir de las interpretaciones que los actores le asignan a la misma. En este sentido, se trata de comprender los fenómenos y el significado que a ellos le atribuyen quienes lo viven más que de explicarlos a partir de categorías previamente definidas por los investigadores […] Para el Grupo de Educación Popular de Univalle: sistematizar es un proceso que permite dar cuenta de la racionalidad o lógica interna de la experiencia estudiada y del sentido que tiene para sus actores. Es un proceso de comprensión de sentidos en un contexto específico, en el cual diversas interpretaciones buscan legitimación. Es un proceso colectivo de recreación e interpretación participativa, que implica la lectura y comprensión de los imaginarios implícitos en los diversos actores. Es un proceso de construcción de conocimiento, acerca de realidades específicas, interpretadas por sus actores de manera, a veces, fragmentadas y conflictivas. En síntesis, sistematizar es hacer legible la experiencia para los/las actores/as, de modo que se puedan potenciar aquellos aspectos que resulten relevantes.

En general el proceso señala tres componentes que se encuentran en estrecha interrelación y son: reconstrucción, (tejiendo) interpretación, (del tejido) potenciación.

“La reconstrucción de la experiencia se realiza a través de varias técnicas como entrevistas a profundidad, talleres de reconstrucción de episodios historias de vida, socio dramas, discusión de documentos, juegos de fotografías, secuencia de eventos, etc. Se trata de provocar los relatos para establecer las relaciones entre actores de las experiencias, la estrategia institucional la dinámica sociocultural local […]La potenciación se realiza a lo largo de todo el proceso de sistematización, en tanto posibilita en que los actores de cada caso desarrollen capacidades analíticas e interpretativas en el proceso de reconstrucción y reflexión sobre sus propias experiencias colectivas, lo cual a su vez permitirá reconocer las fortalezas y debilidades de las mismas”5

En este orden de ideas, y después de haber seguido las técnicas para la elaboración de la reconstrucción, nos fuimos adentrando paso a paso en la interpretación de la experiencia. Basados en nuestros relatos; nos guiamos por los tres tipos de lectura que nos propone la educación popular: La intensiva, la extensiva y la comparativa.

Según Hleap: “la lectura extensiva consiste en el despliegue de la experiencia de la cual se parte para ubicar los núcleos temáticos que aparecen en todos los relatos, es decir las diferentes significaciones que los actores sociales ponen frecuentemente en los relatos “[…] La lectura intensiva es aquella lectura que posibilita entender los sentidos y desplazamientos en la experiencia.” (Hleap,1998:65).

De esta manera, en las dos primeras lecturas nos acercamos a la identificación de cinco núcleos temáticos o unidades de sentido los cuales desarrollaremos más adelante.

La lectura comparativa hace parte de la fase final de la sistematización que estamos desarrollando, ésta lectura permite no solo explicitar las diferentes perspectivas que ponen en juego los actores en la experiencia, si no también reconocer su lógica interna.

Luego de este recorrido y después de varias conversaciones, discusiones y reflexiones relacionadas con las lecturas sobre la concepción de sistematización de experiencias, nos aventuramos en la construcción de una concepción propia de sistematización desde la mirada del Kolectivo El Andarín: “la sistematización es un camino que nos lleva a mirar críticamente nuestro andar, para volver atrás, para saber cómo estamos y hacia dónde vamos, en ese ir y venir aprendemos, reflexionamos, interpretamos, problematizamos y le preguntamos al pasado y al presente por nuestro futuro” (Kolectivo El Andarín, mayo de 2013, página 2).

De esta manera, consideramos que la reconstrucción nos permite iniciar un proceso de investigación cualitativa de auto observación y evaluación a nuestra práctica, para llegar a un análisis riguroso que nos lleve a una mejor comprensión de nuestra experiencia.

IV. Resultados y discusión

Así nos organizamos para hacer la reconstrucción

Sabíamos que emprendíamos un camino, otro de tantos que ya hemos recorrido con la certeza de empezar a andar, pero con la incertidumbre de lo que encontraríamos al avanzar. Imaginamos que el camino seria lento, tortuoso, lleno de obstáculos, pero con la fe ciega del caminante que hace camino al andar.

Empezamos con la socialización de la propuesta por parte de Monica Zambrano Campo (o sea, quien escribe este trabajo), Edilson Monroy Machado y Angélica María Peñuela Calderón a nuestros compañeros de camino Wilson Martínez Penagos, Jhon Manuel Varela que no tenían la mínima idea del sendero que íbamos a emprender. Quizá nosotros tampoco, pero en nuestros caminos ya nos habíamos encontrado con la sistematización de experiencias y algo conocíamos de ella. Nos habían hablado muy bien de ella, las referencias eran buenas, sabíamos que podíamos contar con ella, aplicarla a nuestra experiencia, extraer su esencia, aprovechar su saber que durante años ha acompañado las prácticas sociales en toda Latinoamérica. Debíamos empezar a hacer camino con ella, invitarla a que nos acompañara para que nos ayudara a resolver algunas dificultades, a conocernos mejor y sobre todo a aprender de nuestra propia experiencia para construirnos un futuro mejor como personas y como Kolectivo.

Organizamos una recopilación detallada de la información a partir de los relatos y memorias que cada uno de los actores íbamos recreando sobre la experiencia vivida apoyándonos en materiales escritos, fotografías, videos, relatorías, audios y todo un revivir de la experiencia cargada de sentimientos y emociones, elementos que constituyen el significado de la experiencia. Los hechos están narrados cronológicamente, tal como fueron aconteciendo, dándole un orden a la memoria. Tomamos las conversaciones, las entrevistas, las actuaciones y los registros de la información ya de forma ordenada para darle coherencia a lo que plasmamos en una narración que intentamos acercar a un macro relato.

Consideramos la reconstrucción como un proceso en el cual a través de la memoria se busca propiciar un relato coherente y ordenado de lo acontecido en nuestra práctica, para hacer una reflexión crítica que nos permita llegar a comprender la lógica de nuestra experiencia.

Cendales (2004:99) plantea “la reconstrucción de la experiencia, no sólo como estrategia para tener una visión de conjunto sino para facilitar el autoanálisis; entrar en la historia del proyecto, entrar en terreno conocido, desencadenar el relato haciendo que fluyan datos, vivencias sentimientos, y se construyan y reconstruyan las tramas las secuencias y los sentidos de las acciones realizadas”

En este orden de ideas Jara (2000:6) expresa que con “este concepto se alude a un proceso de reflexión que pretende ordenar u organizar lo que ha sido la marcha, los procesos, los resultados de un proyecto, buscando en tal dinámica las dimensiones que pueden explicar el curso que asumió el trabajo realizado”.

De tal manera, la reconstrucción de nuestra experiencia busca re-crear nuestra memoria colectiva, en tanto que escudriñamos en las profundidades de nuestra práctica, para comprender y analizar nuestras fortalezas, debilidades, aciertos y desaciertos, en la búsqueda de un camino que nos permita potenciar nuestra experiencia.

Es así como representamos nuestra experiencia, desandando el camino, retrocediendo en el tiempo para cavar en las profundidades de la memoria, a la vez que vamos construyendo un relato. La reconstrucción nos permite develar a través de los diferentes relatos lo significativo de nuestra práctica y la lógica de nuestra experiencia que marcará el horizonte de nuestra sistematización.

Atravesando el Puente que une Teoría y Práctica

Comunicación masiva o comunicación para la vida

Como Kolectivo de Komunikación Popular El Andarín durante todo el proceso de formación de la academia, hemos logrado aproximarnos y dimensionar la gran influencia que tienen los medios de comunicación en la vida social, cultural, económica y política de los pueblos.

Partimos de la premisa que los medios de comunicación masivos han sido utilizados por los centros de poder para influir y ayudar a superar crisis como la del capitalismo en los años 20. Analicemos un poco el impacto que ha tenido este tipo de comunicación que se ha ido extendiendo globalmente y que impera aun en nuestros días.

Se empieza a tejer la ruta en el imaginario colectivo y sutilmente los medios van calando en el ideario de las personas con mensajes que tienden hacia una ideología de mercado y consumo, pero también de expansionismo geopolítico que pretende dominar todos los aspectos de la vida cotidiana a nivel global.

Como dice Manuel Castell, citado por el Diario El País de España (1995), “ciertamente los medios de comunicación no son neutros, pertenecen a grupos financieros importantes, tienen alianzas políticas y están ancladas con frecuencia en afinidades ideológicas y religiosas. Las conspiraciones existen, pero son múltiples, se contradicen y entrecruzan” (Diario El País de España, 24 de enero 1995).

Contrario a esto, la otra comunicación, la alternativa, la popular, la progresista y crítica posee unas características diferentes a la descrita anteriormente. “El diálogo es una relación horizontal de A con B, nace de una matriz crítica y genera criticidad. Cuando los dos puntos del diálogo se ligan así, con amor, con esperanza, con fe el uno en el otro, se hacen críticos en la búsqueda común de algo solo ahí hay comunicación, solo el diálogo comunica” (Freire, 1997).

Para Pasquali (1979) “la comunicación es la relación comunitaria humana que consiste en la emisión recepción de mensajes entre interlocutores en estado de total reciprocidad”. En este sentido, la comunicación es abierta, bidireccional, reciproca, horizontal, rompe con el esquema dominante, genera reflexión y toma de conciencia, lo que impulsa cambios y transformaciones individuales y colectivas.

A través de este recorrido histórico conceptual hemos querido establecer las diferencias entre estos dos modelos; el masivo instrumental frente a otro modelo que se establece en las particularidades y que surge desde las mismas clases populares o comunidades como los indígenas, campesinos, mujeres, afrodescendientes, entre otros.

Aterrizando estos dos modelos al campo de la comunicación en Colombia podemos deducir la gran influencia que tienen los medios masivos en el imaginario colectivo, no sólo porque se encargan de distorsionar la información, sino que manipulan y maquillan de acuerdo a los intereses del sistema y a los grandes conglomerados económicos que son los dueños de los medios. Se encargan de construir escenarios a base de propaganda para que la gente consuma productos creando necesidades inútiles, entre ellos tenemos las dos cadenas de televisión privada RCN y CARACOL, la prensa escrita al servicio de grandes medios corporativos y multinacionales, al igual que las cadenas radiales adscritas a los medios privados. Ante esta realidad perdemos la batalla, pues la gente no alcanza a dimensionar ni entender cuál es la verdadera realidad en la que viven. Es aquí donde entran en juego los medios de comunicación alternativos y populares para ayudar a comprender la naturaleza de las cosas y hacer resistencia a este modelo que deshumaniza ante la pobreza, la violencia y la tragedia, haciéndola ver ante los ojos de las personas como algo natural.

En este sentido, juegan un rol muy importante las emisoras comunitarias, los periódicos barriales o prensa alternativa, los videos documentales hechos con la comunidad donde se escucha la voz de las mujeres, los indígenas, los campesinos, las comunidades afrodescendientes y los niños/as, desde sus necesidades y perspectivas. Los colectivos de comunicación como el nuestro le apuestan a un ideal de comunicación distinta que permita llegar a esos lugares donde la gente necesita ser escuchada y visibilizada como personas que también hacen parte de esta sociedad y que han sido marginados(as) y excluidos(as), negándoles el derecho a comunicarse y acceder a información que les permita tener una visión distinta de la realidad en que viven.

Tendiendo el puente entre comunicación y educación.

Actuar sobre la realidad cultural implica inexorablemente conocer los vínculos existentes entre educación y comunicación, dos macro-procesos que, en muchas ocasiones, por error o descuido, fueron artificialmente fragmentados. El reto pasa entonces por unirlas definitivamente pensándolas como una solo: “comunicación y educación como una relación y no como áreas que deban tener su objeto de estudio disputado” (Huergo, 2000, citado en Barraquero, 2006).

Como lo mencionamos anteriormente, para comprender ese estrecho vínculo entre lo comunicativo y lo educativo nada mejor que recurrir a especialistas latinoamericanos que desde los años 70 vienen adelantando un papel protagónico en la búsqueda de salidas al subdesarrollo desde el campo de la pedagogía y la comunicación. Hablamos de Paulo Freire, Díaz Bordenave, Antonio Pasquali, Mario Kaplún, Jesús Martín Barbero, María Mercedes Matta, entre muchos otros.

Educación Popular

El Andarín desde su práctica asume los principios de la educación popular. Creemos que los sectores populares con los cuales trabajamos deben aprender a hacer una lectura crítica y consciente de la realidad, desentramar y correr los velos del desconocimiento que les impide hacer valer sus derechos y que cohíbe su participación en todos los niveles; desde allí querernos contribuir generando conciencia de cambio para construir una sociedad distinta.

“Esta dimensión dialógica de la Educación Popular implica una transformación en los roles, un cambio fundamental: para que quien sabe, pueda enseñar a quien no sabe es preciso que quien enseña sepa que no sabe todo y que quien aprende sepa que no lo ignora todo. La instauración del diálogo como fundante de una verdadera democracia. La instauración del diálogo como fundante de una cultura alternativa: el diálogo es un hecho cultural y creador de cultura”. (Freire, 1993)6

En este orden de ideas, lo que identifica los procesos de educación popular es la forma de hacer, el discurso debe ir en coherencia con la práctica. Las experiencias de educación popular conllevan cambios individuales y colectivos que aportan en transformaciones en todos los ámbitos. Nuestra experiencia busca desde la práctica contribuir a esos cambios que requiere un nuevo proyecto de país y de región.

Comunicación Popular.

Desde nuestra experiencia como Kolectivo de Komunikación Popular El Andarín, creemos que la comunicación es un instrumento de poder que debe estar no solo en manos de los grandes medios de comunicación masiva o conglomerados económicos, sino que debe acercarse a los sectores populares de la población. La comunicación popular, como espacio de participación, busca romper con el esquema de la comunicación de masas donde los sectores populares solo son consumidores.

Orígenes del Kolectivo El Andarín.

La experiencia del Kolectivo de Komunikación Popular El Andarín surge a mediados del año 2008, antecedida por el periódico que lleva su mismo nombre.

A cinco años de haber emprendido el camino por valles y montañas, hoy recordamos los primeros pasos dados en el Kolectivo.

Iniciamos con una propuesta escrita de comunicación popular a la que se le dio el nombre de Periódico El Andarín. Este nombre surge de la inspiración de Angélica, una de las mujeres del Kolectivo, y quiere decir hombre o mujer que lleva un mensaje. Como ya teníamos la semillita y nuestros afectos por la cultura indígena, habíamos aprendido en nuestro andar que los chasquis en la antigüedad eran personas que llevaban un mensaje o recado por los caminos del Tawantinsuyu7. El chasqui era el mensajero del Inca, personas preparadas físicamente para recorrer extensos caminos, de ellos dependía que la información llegara a tiempo.

El periódico fue una idea asumida por algunos de los que hoy formamos parte del Kolectivo El Andarín. Fue pensado desde lo urbano, desde la cotidianidad de la gente, sus necesidades, sus denuncias, desde el barrio o desde el bus.

Comprendiendo nuestro andar

Es a través de una lectura extensiva de nuestra experiencia, donde se conjugan diferentes interpretaciones, que hemos llevado al consenso, con las cuales buscamos desentramar el verdadero sentido de nuestra praxis, tratando de avistar un horizonte de transformación para el Kolectivo y el contexto donde hemos actuado.

En esta construcción nos hemos problematizado alrededor de los siguientes núcleos temáticos o unidades de sentido: La Comunicación, La Educación, Lo político, La gestión; lo espiritual.

Una comunicación para la libertad

El Kolectivo El Andarín entiende la comunicación como un proceso participativo en el confluye una verdadera comunión entre emisor y receptor, liberador, teniendo como sentido un camino de transformación individual y colectivo. Como otra forma de ver el mundo, de ser y de estar, otra práctica de la comunicación y cuando decimos otra práctica de la comunicación nos referimos a la cosmovisión indígena concibiendo que existan otras formas de comunicar. La cosmovisión indígena la entendemos en términos de Gutiérrez, como el sistema de interpretación que tienen de la vida y donde se sustenta su pensamiento y conocimiento ancestral, (Gutiérrez, 2007).

Una educación que camina la senda de la transformación.

Para el Kolectivo El Andarín nuestro segundo núcleo temático y pilar de nuestra práctica es lo educativo. Comprendemos la educación como proceso en constante construcción donde aprendemos en completa comunión unos con otros. En nuestra práctica lo educativo va muy de la mano de la comunicación. Freire dice, la verdadera educación es diálogo, de tal manera en los talleres, conversatorios, charlas, encuentros, videos, audiovisuales hemos buscado un acercamiento a esa práctica libertaria que aprendimos del pensamiento y las pedagogías críticas, de igual forma la lectura del contexto en todos los ámbitos desde lo social, económico, cultural político ha sido una constante en nuestra práctica.

Desde lo político nos encaminamos a otros mundos posibles.

Podemos decir que nuestro accionar político ha sido precisamente ir en contravía del poder dominante, donde se ejercen acciones que no tienen nada que ver con prácticas democráticas de participación y donde solo se tiene en cuenta al individuo al momento de dar el voto.

Como Kolectivo El Andarín, entendemos lo político como una postura frente a la injusticia, la desigualdad, la pobreza y todas las formas de dominación y opresión que ejercen las clases dominantes frente a los más débiles y vulnerables de la sociedad.

La Espiritualidad. El camino que nos conecta con la naturaleza y todas las formas de vida.

Comprendemos lo espiritual desde lo cotidiano, donde establecemos una relación con la naturaleza y todos los seres que la habitan. Los sueños, las plantas sagradas los rituales, en una relación permanente con todo lo que hacemos; lo espiritual ha incidido profundamente en nuestras formas de hacer, sentir y pensar, nos ha permitido ser coherentes con lo que se dice y se hace. Hay un vínculo fuerte entre lo espiritual y la práctica.

V. Conclusiones

El proceso de reconstruir nuestra experiencia ha sido la posibilidad para crear espacios de reflexión y diálogo entre los integrantes del Kolectivo, los cuales nos ha permitido afianzar y confrontar nuestros conocimientos prácticos de comunicación popular con concepciones y sustentos teóricos que han reafirmado y fortalecido dichos conocimientos. Del mismo modo, nos ha aportado nuevos aprendizajes en el ámbito de la sistematización de experiencias.

Mediante la puesta en escena y problematización de las diferentes vivencias de nuestra experiencia hemos logrado llegar a acuerdos y consensos frente a diferentes posturas surgidas en el Kolectivo que enriquecieron las conversas y debates alrededor de temáticas como gestión y autogestión, política y espiritualidad, comunicación y educación, entre otras. En la identificación de temas centrales que hemos caminado no se han generado antagonismos o grandes brechas que dividan o separen. Al contrario, consideramos que somos un Kolectivo con percepciones diversas, pero con grandes similitudes y afinidades ideológicas.

Nuestra dinámica como Kolectivo El Andarín nos planteó la necesidad de acercar lo rural con lo urbano. Teniendo en cuenta que vivimos en la ciudad de Cali y hemos caminado con comunidades indígenas en zonas montañosas del sur, norte, oriente y nororiente del Cauca nos propusimos una relación dialéctica entre la cultura indígena y la cultura de la ciudad. En perspectiva intercultural propiciamos encuentros que brindaron la posibilidad de generar espacios de ciudad donde se conocieron realidades de las comunidades indígenas al tiempo que ellas también se acercaron a la vida citadina para saber más de ella.

Consideramos que nuestro trabajo es un aporte a la diversidad de experiencias en el campo de prácticas de la educación popular con relación a las comunidades indígenas en el tema de la comunicación y, con él, se amplía el conocimiento general y sucinto que tiene la sociedad colombiana que está concentrada en ciudades como Cali y sus alrededores sobre algunos pueblos indígenas del Cauca. En esa vía, nos interesa propiciar una visión más compleja de la comunicación popular que desde las prácticas culturales indígenas entretejen la vida comunitaria a través de rituales (espiritualidad) y actividades productivas que hacen parte de su legado ancestral representado en tradiciones y costumbres que nos permiten resignificar nuestra relación con la naturaleza, así como aprender y retroalimentar nuestras propias experiencias locales.

Por otra parte, en nuestra experiencia al andar con comunidades y organizaciones indígenas creemos que al haber desconocimiento en la ciudad de cómo viven los indígenas en sus territorios, cómo son sus luchas y sus procesos organizativos, así como la tergiversación de la información que presentan los medios de comunicación masivos, quienes desdibujan la realidad y muestran aspectos negativos que favorecen la manipulación de los televidentes frente a lo indígena es necesario tener distintas opciones de acercarnos y conocer lo que está pasando en realidad. Por eso, es importante contribuir a la visibilización de los procesos que vienen desarrollando los pueblos indígenas desde la recuperación y revitalización de sus culturas; tradiciones ancestrales, lenguas maternas, educación, medicina y comunicación propias, y que desde la tradición oral han venido evolucionando para el mejoramiento de sus comunidades y de sus procesos organizativos.

Finalmente, en estos tiempos de diálogos para la paz y la reconciliación, después de tantas guerras que han dejado miles de víctimas de las comunidades afrodescendientes, indígenas y campesinas hemos aprendido como Kolectivo El Andarín que los pueblos indígenas con quienes hemos trabajado y aprendido tienen mucho que enseñarnos a las personas de la ciudad en acciones para la paz, ya que siempre han propendido por un estar en armonía con el entorno en que vivimos los seres humanos, el cuidado de la naturaleza, el buen vivir y, sobre todo, la resistencia pacífica en la lucha por sus derechos. Como ellos mismos dicen: “cuenten con nosotros para la paz, nunca para la guerra”.

VI. Lista de referencias

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1 Máster en Comunicación Intercultural con Enfoque en Género. Email: monikzc2@hotmail.com

2 Expresión del maestro Paulo Freire, tomada del libro Patas Arriba de Eduardo Galeano, adoptada como la frase con la cual se identifica el Kolectivo.

3 Se asumió el nombre del Kolectivo de Komunikación escrito con K con el ánimo de diferenciar el nombre de otros colectivos y de darle un poco más de presencia a esta letra que está contenida en varias lenguas originarias como el nasayuwe, el namtrik, el quechua, el kichwa, entre otras.

4 Tomado de la ponencia “La sistematización en educación popular, producción de conocimiento desde la experiencia. El enfoque del Grupo de Educación Popular de la Universidad del Valle”, de autoría del profesor Mario Albeiro Acevedo, miembro del Grupo de Educación Popular de la Universidad del Valle. Sin fecha. Sin pagina

5 Íbidem s/p.

6 Ídem.

7 Nombre dado por los incas a su imperio, y que significa las cuatro partes o regiones el mundo. Su capital era Cuzco. (www.acanomas.com/Diccionario-Español/130536/TAHUANTINSUYO.htm consulta en internet noviembre 3, 2015.

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Recibido: 26/02/2018 Aprobado: 28/08/2018

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