INNOVARE CIENCIA Y TECNOLOGÍA VOL. 11, NO. 1, 2022
Disponible en CAMJOL
INNOVARE Ciencia y Tecnología
Sitio web: www.unitec.edu/innovare/
1 Autor corresponsal: virnajulisa@gmail.com, Organización de las Mujeres en la Ciencia, Tegucigalpa, Honduras
© 2022 Autores. Este es un artículo de acceso abierto publicado por UNITEC bajo la licencia http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0
Editorial
Organización de Mujeres en la Ciencia en Honduras. Es tiempo de
cambiar los estereotipos de género en la ciencia
Organization for Women in Science in Honduras. It is time to change gender stereotypes
in science
Virna López1
Organización de las Mujeres en la Ciencia para el Mundo en Desarrollo OSWD Honduras
En 1966 se realizó por primera vez el estudio
denominado Draw-A-Scientist” en el cual se solicitaba a
niñas y niños que dibujaran “a una persona científica”. Los
resultados fueron impresionantes, el 99.4% de los dibujos
presentaban a un hombre como científico. El estudio siguió
por once años en los que, de unos 5,000 dibujos recopilados,
apenas 28 representaban a mujeres científicas, todos
dibujados por niñas. Desde entonces el DAST (Draw-A-
Scientist Test) se ha repetido más de 80 veces en Estados
Unidos y se han recopilado más de 20,000 dibujos. El
porcentaje de mujeres representadas en los dibujos ha ido en
aumento, pero aún se observan sesgos que merecen nuestra
atención.
Aunque un estudio como este no se ha llevado a cabo en
Honduras, a manera de ejercicio usted puede intentar
contestarse qué habría dibujado si a la edad de 10 años le
hubiesen pedido dibujar a una persona científica. Muy
probablemente la respuesta sea a un hombre desempeñando
tal o cual tarea”. Ahora, 20, 30 o 40 años después, que
tenemos fácil acceso a la información, podemos revisar los
reportes de la UNESCO y darnos cuenta de que esta
respuesta tan sesgada, está marcada por lo que nos dicen los
indicadores de equidad en la ciencia.
Actualmente, de todas las personas con doctorado en el
mundo el 44% son mujeres; del personal en investigación
científica el 33%; en ingeniería el 28% y en áreas muy
futuristas como, por ejemplo, la inteligencia artificial
solamente el 22%. Se estima que para alcanzar la igualdad
entre hombres y mujeres desempeñándose en el ámbito de la
informática se necesitan 80 años, o sea en el 2100. Siendo
que los hombres son mayoría en la ciencia, estamos
rodeadas de modelos masculinos, lo cual genera una especie
de círculo vicioso. La mayoría de nosotras no hemos visto
en los libros de texto de primaria o secundaria a Marie Curie,
Rosalind Franklin, Mileva Maric, Rachel Canson o Ada
Lovelace. Lógicamente, no se puede imitar o aspirar a ser
aquello que no se conoce. Las mujeres no se ven a sí mismas
en roles de liderazgo científico-académico.
En consecuencia, aunque se habla de feminización de la
educación superior” porque 57% de la población estudiantil
universitaria son mujeres, la mayoría se matricula en las
llamadas carreras “de cuidado”, mientras que las carreras de
las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas
(que en conjunto se denominan STEM por sus iniciales en
inglés), son predominantemente masculinas. Debido a que
menos mujeres estudian y trabajan en STEM, en estos
campos se tiende a perpetuar culturas inflexibles,
excluyentes y dominadas por hombres que no apoyan, ni
atraen a las mujeres.
Aunque no se dispone de los datos generales de matrícula
por disciplina, las estadísticas de la Universidad Nacional
Autónoma de Honduras (UNAH) para el primer período de
2022 reflejan que, aunque las mujeres son mayoría en una
gran cantidad de carreras, están subrepresentadas en todas
las carreras de la Facultad de Ingeniería (25.12%) y de
Ciencias Espaciales (38.3%), y en algunas carreras de la
Facultad de Ciencias tales como Física (24.61%), Geología
(40%), Matemáticas (35.88%) y Metalurgia (15.15%).
Con esta baja representación femenina, tampoco tenemos
modelos a seguir en la proximidad. Lo grave de esto es que
tales modelos han sido considerados una vacuna
prometedora para las mujeres contra el impacto dañino de
los estereotipos que ponen en duda su capacidad.
V. López
INNOVARE Revista de Ciencia y Tecnología Vol. 11, No. 1, 2022
La Organización de Mujeres en la Ciencia para el Mundo
en Desarrollo (OWSD) es de carácter internacional, fundada
en 1987, con sede en las oficinas de la Academia Mundial
de Ciencias (TWAS), en Trieste, Italia. Es una unidad de
programa de la UNESCO. Es el primer foro internacional
que une a mujeres científicas eminentes con el objetivo de
fortalecer su papel en el proceso de desarrollo de sus países
y promover su representación en el liderazgo académico,
científico y tecnológico. Busca mejorar las oportunidades en
la ciencia al más alto nivel para las mujeres a través de becas,
cursos y networking.
En el capítulo hondureño de la OWSD tenemos a 103
mujeres espectaculares, cada una de ellas es una modelo, una
referente para las niñas y las jóvenes que deseen alcanzar los
más altos niveles de educación. Para hacernos una idea, si
quien está leyendo este artículo es una mujer, hija de padres
con escasa educación, procedente de estratos
socioeconómicos bajos y perteneciente a un pueblo
originario o afrodescendiente, considérese un verdadero
ejemplo a seguir, ya que disponemos de estudios que
demuestran, a través de un análisis multivariado, que todos
estos factores inciden negativamente en el acceso a la
educación superior; pero de ellos, el de mayor peso es el de
ser mujer.
Al visitar la página web de la OWSD Honduras
(https://owsd.net/network/honduras), encontramos a 30
mujeres con el grado de licenciatura, 62 con maestría y 10
con doctorado. Muy probablemente la mayoría de ellas no
están plenamente conscientes de su gran aporte a la
sociedad. Sin embargo, la educación de las mujeres es una
de las variables que se correlaciona positivamente con el
desarrollo de los países, tanto económico, como social. En
el primero se mejora el producto interno bruto; en el segundo
se observa un descenso de los índices de fertilidad, tasas de
mortalidad infantil e índices de mortalidad materna.
Eliminando la brecha de género en la educación también se
mejoran las oportunidades y la igualdad de derechos para las
personas.
Adicionalmente, la educación de las mujeres tiene
beneficios cognitivos lo cual a su vez mejora su calidad de
vida y la de las personas de su entorno. Las mujeres
educadas son capaces de tomar mejores decisiones, tanto
para ellas mismas como para sus niños. Y si además de ser
educadas escogen ser científicas se convierten en un factor
crítico para el desarrollo sostenible, la diversificación
industrial, la adición de valor a los productos y para la
solución de problemas sociales y económicos tomando en
consideración la evidencia científica que sustente la toma de
decisiones responsables.
Para hacer ciencia se requiere, convencionalmente, tener
estudios superiores, preferentemente a nivel de doctorado lo
cual representa más de 20 años estudiando, algo que quizás
no muchas personas quieran hacer. Quizás eso nos permite
entender por qué en Honduras se reportan únicamente 327
investigadores y por qué la producción científica en
Honduras es de las más bajas de Centro América.
Esto es la OWSD, un esfuerzo voluntario, pero con
compromiso, de todas las que, a pesar de la adversidad del
contexto, hemos logrado alcanzar niveles educativos
elevados. Es tiempo de cambiar los estereotipos de género
en la ciencia, que no solo afectan cómo vemos a las otras
personas, sino cómo nos vemos a nosotras mismas.
Necesitamos impulsar la formación de más mujeres en
investigación, tecnología e innovación; aumentar la
participación de las mujeres en la investigación y liderazgo
académico, científico y tecnológico; promover el
reconocimiento de los logros de las mujeres en estos
ámbitos, impulsar su verdadera representación, su presencia
real, plena y sustancial en los ámbitos científicos, pero sobre
todo mejorar las oportunidades de las niñas y las jóvenes.
Finalmente, necesitamos que las niñas, jóvenes y mujeres
en general crean en mismas, en sus capacidades para la
ciencia, las matemáticas o cualquier otra área con la que
sueñen, que tengan claro que la ciencia no es cosa de los
varones. Qué ningún comentario se interponga entre ellas y
sus sueños.
Muchas cosas están mejorando, pero todavía queda
mucho por hacer; así que aspiramos a que con nuestro
trabajo y nuestro compromiso llegue el día en el que sea
innecesario tener una Organización para Mujeres en la
Ciencia. Eso lo sabremos cuando tengamos claro que las
niñas, además de ser princesas pueden ser científicas y que
cuando pidamos a las niñas y niños que dibujen a una
persona científica, podamos escribir un relato diferente al
que dio inicio a este artículo.
Mujeres científicas del país: Únanse a la OWSD
Honduras en este sitio web https://owsd.net/owsd-
membership.